jueves, 5 de noviembre de 2009

Confesiones de un reo

¡Encerrado en esta celda, sin poder liberarme de ella!, tanto tiempo en un encierro carcelario con un carcelero benevolente que sin embargo se rehusa a dejarme escapar. Cuatro años preso de un crimen del cual no me arrepiento, que vivo día a día, sigo siendo un criminal encerrado en su propio pecado, en su crimen más recóndito, más sincero. Y cada vez que quiero escapar de esta celda y dejar de ser un criminal abandonado en la mazmorra más oscura y más pestilente del mundo entero y quizá de algunos otros, me lo impide el mismo pecado criminal por el cual sigo aún preso en un encierro cruel y tan hermoso.

Y tú ahora eres la víctima de mi crimen casi perfecto, de mi pecado confeso más hermoso y más carnal, y mueres lentamente, lentamente te vas llendo inconscientemente de tí y de mí. Y a mí me encierran, me encarcelan por un crimen del que tú eres culpable, una odisea de la cual no puedo regresar para besar a mi madre ni a mis hermanos, que tanto esperaron mi regreso, todo en vano, porque no llegaré...Y no puedo decir ahora que no me esperen para Marzo.

Ahora mismo quiero acabar con este sufrimiento, ¡Mátame carcelero benévolo!, ¡acaba ya con esta cruenta escena del alma!...pero yo sigo preso, preso de mí y de los demás en esta oscura habitación sin ventanas...solo, como en la calle, como en el barrio, como en el mundo. Ahora que no puedo decirle nada a nadie, que mi boca cerraron con mordazas para no oir mis desesperanzadas llamadas de auxilio, me siento más solo que un cadaver en su nicho, y tengo miedo, mucho miedo de salir.

Son años de vivir en un lugar que me encanta y que detesto, una paradoja como de las más ridículas e irónicas de la vida, una tontería cometida por un hombre encaminado por el sendero instintivo del deseo, que me llevo a caer lentamente preso de mis propios pensamientos y sumirme en el humo embalsamado de los sueños más hermosos, que al mismo tiempo me dan un sabor amargo en la boca y una resequedad de llanto en la garganta. Y has de saber lector, que mi mayor crimen fue amarla, y esa cárcel....Esa cárcel, soy yo.

La Cita.

Un agradecimiento especial y un caluroso abrazo a mi querido profesor René Arroyo, que compartió esta anécdota de una alumna universitaria suya conmigo, y ahora yo la escribo, muy a mi versión...para ustedes.

Jennifer era una muchacha de 25 años, profesora de un pequeño colegio de San Miguel, en el que daba clases de literatura en el sector de secundaria. Era una chica un poco confiada, y no generalmente se guiaba de las apariencias, pero aún así tendía a caer en ciertas artimañas de gente un poco más astuta.

Jennifer no había tenido precisamente una historia amorosa de cuento de hadas. Ella había sufrido mucho por causa de hombres que le habían hecho bastante daño a lo largo de su vida, y se sentía un poco temerosa de enamorarse de nuevo. Era un miedo un poco extraño, por ser ella una muchacha que se enamoraba, mejor dicho, ilusionaba muy rápido con algunos chicos que la hacían sentir bien por momentos, a pesar de ser estos muy cortos o pasajeros.

Renzo era un compañero de trabajo de Jennifer, profesor de filosofía en el mismo colegio y en el mismo sector, y se sentía de cierta manera atraído por nuestra joven protagonista, por lo que un día de templada aurora de noviembre, le propuso salir a cenar un día para conversar un poco y hacer más migas. Ella aceptó, más por ser diplomática que por gusto, ya que no lo conocía mucho.

Un vestido elegante y discreto con unas botas de cuero fue el vestuario que ella escogió para aquellla cita con su compañero Renzo, un perfume Elizabeth Arden y un bolso elegante, accesorios innecesarios pero que ella nunca dejaba de utilizar. Él por su parte, una camisa y un pantalón elegante fue suficiente, con un poco de loción en el rostro y en ambos lados del cuello.

Cuando él tocó la puerta del departamento de Jennifer y ella abrió, él la vio radiante, era una figura angelical, una mujer que rara vez uno ve en su vida, era perfecta. Ella lo vio apuesto, quizá como no lo había visto antes. Ambos subieron al taxi y fueron a un elegante restaurante en San Isidro. Se sentaron en una mesa que Renzo, detallosamente, había reservado. Pidieron una botella de vino y un par de bistecks y comenzó la conversación.

- ¿Y hace cuanto tiempo vives por allá, en Pueblo Libre? - preguntó Renzo
- Ya casi 5 años, casi desde que comencé la universidad- dijo Jennifer, amablemente- ¿y tú dónde vives?
- En Bellavista- dijo Renzo sonriendo - No es una zona muy bonita, pero es tranquila - dijo
- Si conozco algo de ahí, mis padres viven cerca de ese lugar - dijo Jennifer
- ¡Ah mira, qué chévere! - dijo animoso Renzo

Y así pasaron conversando de nulidad y media durante varias horas en el restaurante, hasta que un acontecimiento casi aislado ocurrió. Cuando llegó el momento de pagar, Jennifer, orgullosa agarró su cartera para pagar su cuenta, pero Renzo intentó evitarlo sacando rápidamente su billetera, pero...por la velocidad en la que la sacó, cayó sobre la mesa una tira de preservativos, que Renzo recogió muy rápidamente. Jennifer sonrió por dentro e hizo que no vio nada, pero se fue a su casa, decepcionada una vez más de la "falacia" de aquel compañero de trabajo.

martes, 22 de septiembre de 2009

La distancia del amante dolido.

Pues la verdad es que te amo tanto como el primer día
en el que por gracia del destino te besé los labios rojos
¡Y ahora te extraño tanto, mi amor, mi fruto prohibido!
se me llena el alma de aflicción, por sentirme yo un despojo.

Y esta distancia que engrandece mi idílico amor puro
no es captada por tus ojos grandes, bellos e impactantes
porque ahora tú eres feliz con otro, uno que no te ama
yo lo sé y no lo digo, por que te amo aunque seas distante.

Porque te tengo cerca y no puedo olvidar tu tersa piel
y me atormenta el simple hecho de no tenerte a mi lado
porque sabes perfectamente que te amé con demasía
y parece que indiferente tú, ya lo diste por olvidado.

Porque es felicidad lo que por tí yo dí, mi amor remoto
y no lo ves, porque te ciega un lazo de amor mentido
y quizá algún día será muy tarde para arrepentirse
por la cruel distancia con este pobre amante dolido.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Poema Campestre

A la tranquilidad del flujo de un pequeño arroyo
mirando la hermosura de un campo de gladíolos
comencé a caer en cuenta qué realmente sentía...
empezaba a sentirme un poco muy solo

Te recordé en cada paso que daba por el campo
abriendo brechas oscuras en mi alma pura
por el amor que te tuve sin ser correspondido
que no entiendes nunca, ¡Qué pena tan dura!

Porque te tuve entre mis brazos una noche serena
no concibo que algún día gris, yo te haya perdido
por qué Dios no pudo hacernos íntegros felices
y me echó al trance más oscuro de tu olvido

Y es que yo sé que en verdad tú no me amas
pero yo no puedo dejar de amarte tanto
y sé que este sentimiento morirá nunca
y que a pesar de todo...yo te seguiré amando.

viernes, 18 de septiembre de 2009

La verdad oculta

Eran las 2 de la madrugada y Sebastián estaba echado en su cama, pensando como siempre en los avatares que la vida le hacía pasar día a día en su existencia, cuando de pronto escuchó un ruido, como si alguien estuviera andando por su departamento. Se apresuró a pensar que era sólo su imaginación, hasta que sonó la puerta, se levantó lentamente de la cama y se acercó a la puerta para abrirla, con mucha cautela y, cuando la abrió, quedó entre atónito y aterrorizado con lo que vió.

Sebastián era un joven de 23 años que, por decisiones personales había preferido la vida retirada del ambiente familiar. Era un chico casi tranquilo, con un pensamiento a veces algo pesimista y depresivo, y que reflexionaba demasiado acerca de la vida, cosa que lo hacía a veces tomar las decisiones erradas, pero aún así, él sentía satisfacción de las decisiones que pudiese tomar, a pesar de que fuesen erradas o no.

Fue una noche de mayo, cuando el clima de Lima no es ya tan cálido, y empieza a caer el otoño sobre la ciudad cuando Sebastián decidió salir a caminar por los alrededores de su hogar, en San Isidro, una zona muy tranquila y segura. Esa decisión fue quizá acertada, porque tenía que reflexionar sobre algunas preguntas que él mismo se iba planteando, la más importante en ese momento era "¿Por qué me niego ser feliz?". Pensó y pensó y llego a la mera conclusión de que estaba enamorado, quizá de la persona menos indicada, pero él sabía que había dado mucho de sí por esa persona "especial", y su otro cuestionamiento era, "¿Por qué ella no supo valorar este amor tan puro y sincero que le ofrecí?". Y en el fondo se sentía triste. Sentía realmente lo que alguna vez oyó decir a Gabriel García Marquez, "No hay peor forma de extrañar que sentarse al lado de la persona que sabrás que nunca podrás tener", cayó en cuenta de que quizá es lo más cierto que le pudieron haber dicho.

La noche se hacía más espesa y Sebastían decidió volver a casa, quizá a dejar de ver la monotonía de la calle de San Isidro, en la cual no hay mucha novedad por estos tiempos, a pesar de ser violentos. Cuando llegó prendió la pequeña lámpara de escritorio y sacó una hoja, escribió unos versos:

"La noche espesa y cargada de melancolía
me hizo caer en cuenta de muchos avatares
que la vida, no es,quizá, por todos lares
una fiesta prima de dulces alegrías."

Luego de eso, de sus ojos brotaron unas pequeñas lágrimas, y fue cuando realmente se dió cuenta que estaba enamorado de ella, que el tiempo había sido en vano, y que no había podido olvidarla, a pesar de que ella estaba comprometida y que lo había desdeñado por algún tiempo. Dándose cuenta al fin se tiró a su cama a mirar el techo. Pensando en los avatares que la vida le hacía pasar día a día en su existencia, cuando de pronto escuchó un ruido, como si alguien estuviera andando por su departamento. Se apresuró a pensar que era sólo su imaginación, hasta que sonó la puerta, se levantó lentamente de la cama y se acercó a la puerta para abrirla, con mucha cautela y, cuando la abrió, quedó entre atónito y aterrorizado con lo que vió. Y era ella, estaba ahí parada, radiante como siempre, la miró a los ojos y vió la profundidad de su mirada, eso de lo que él se había enamorado, ella lo abrazó con fuerza, y ella lo miró a los ojos, y le dijo "te amo". Él totalmente sorprendido le soltó y ella lo repitió. Ella lo amaba, y había pasado tanto tiempo, que él no había podido olvidarla. Por fin había llegado el momento, se abrazaron...la besó, y una lágrima corrió nuevamente por su rostro.

martes, 15 de septiembre de 2009

Los Dados eternos - César Abraham Vallejo Mendoza

Dios mío, estoy llorando el sér que vivo;
me pesa haber tomádote tu pan;
pero este pobre barro pensativo
no es costra fermentada en tu costado:
¡tú no tienes Marías que se van!

Dios mío, si tú hubieras sido hombre,
hoy supieras ser Dios;
pero tú, que estuviste siempre bien,
no sientes nada de tu creación.
¡Y el hombre sí te sufre: el Dios es él!

Hoy que en mis ojos brujos hay candelas,
como en un condenado,
Dios mío, prenderás todas tus velas,
y jugaremos con el viejo dado.
Tal vez ¡oh jugador! al dar la suerte
del universo todo,
surgirán las ojeras de la Muerte,
como dos ases fúnebres de lodo.

Dios míos, y esta noche sorda, obscura,
ya no podrás jugar, porque la Tierra
es un dado roído y ya redondo
a fuerza de rodar a la aventura,
que no puede parar sino en un hueco,
en el hueco de inmensa sepultura.

martes, 1 de septiembre de 2009

Más tercetos

A sabiendas, esta existencia es etérea
caminamos por boiras grises y aéreas
de tristes sinrazones y cómica ironía

Sabríamos acaso, existentes nosotros
los secretos y de la vida el rostro
y no "morir", "viviendo" en la melancolía

¡Qué alguien me explique qué es la vida!
¿por qué suempre es abierta herida?
¿o acaso somos los bufones de un Dios?

No sabemos por qué vivimos todos
si es que el hombre fue hecho de lodo
y por qué la felicidad es siempre de dos

¡Oh triste mi reclamo a filosofía!
de la que no encuentro razonable salida
como si fuera esto un cruel encierro

Pues es este mi último y triste reclamo
porque no sabré por qué aquí estamos
hasta el triste y negro día de mi entierro.

viernes, 28 de agosto de 2009

Tercetos encadenados

Un patético pensamiento
de quimérico amor inmerso
en un irreal sentimiento

Espadas de inusual belleza
van atravezándose lentamente
a través de mi cabeza

Esa belleza etérea
que posees en tu cuerpo
como una ninfa serena

Me llena el alma de estupor
como una boira espesa de la cual
gris no es el color

Como las voces mudas
del ruidoso estruendo
de un desierto escondido

Algo muy repentino
como un lento estornudo
un susto paulatino

Así quedé impactado
con tu belleza, que llena
estos tercetos encadenados.

miércoles, 19 de agosto de 2009

La suerte lo ha abandonado

¿Sabe alguien que es la vida,
cuando sufre soledad?
esperando lo inesperado,
esperando piedad

Te siento lejos ahora
sin nada poder hacer
pagando deuda con mora
del alba al amanecer

Ahora siento un triste
sentimiendo de vacío,
quizá fuiste tú
este terreno valdío

ahora digo de nuevo
que me siento desdichado
soy sólo un pobre diablo
al que la suerte ha abandonado

martes, 18 de agosto de 2009

Todo

Tengo el viento de la primavera
decirlo, resulta un poco ufano
encontrarlo, para mi dicha
en el abrazo de un hermano

Tengo también el olor del campo
ese que nunca tuvo dueño
aunque, para ser más franco
eso se queda muy pequeño

Lo tuve y tengo todo
hasta historias que no tienen trama
pero, ¿De que me sirve todo eso
si yo sé que no me amas?

domingo, 16 de agosto de 2009

Oda a las brasas

Delicioso es el sabor
del que me incita a devorar
sus carnes, saborear
hasta perder el pudor

En todos lados lo encuentro
él es el más especial
como un guardia marcial
que veo a cada momento

No sé explicar lo que siento
él me busca sin cesar
él me quiere hacer pecar
cada vez que lo encuentro

Es el que mi amor abrasa
es algo antinatural
pero antes que piensen mal
"él"...es un pollo a la brasa.

martes, 11 de agosto de 2009

De vez en cuando

De vez en cuando voy,
buscando escusas desvalidas
sentado en un diván
tomando un café con la vida

De vez en cuando soy
sólo uno más buscando
un lugar no establecido
por el olvido, navegando

De vez en cuando busco
un amor en la miseria,
una rosa, un pedrusco
tranquilidad en una feria.

De vez en cuando simplemente sueño
con tu amor incandescente,
con esos ojos, de los que quiero ser el dueño.

jueves, 18 de junio de 2009

El Cuento

Había una ves un sapo y una princesa, un idílico amor, un charco...y la torpeza....de pensar que los cuentos de hadas se pueden realizar....que....basta con amar y el resto....no interesa....

Ella era una princesa y él
tan sólo un sapo
que soñando con ser príncipe una vez
saltó del charco

pensaba que con el beso aquel
sería suficiente
y en medio de la gente se sintió
apuesto y guapo

Él era sólo un sapo y ella
una princesa
con su glamour de ninfa
con su porte y su nobleza

Haciendo de un cuento la vida
y de la vida un cuento
con el encantamiento
de su belleza

Y construyeron juntos
un castillo de cristal
pensando en sólo amar
amando sin pensar

Confiados que en los cuentos
siempre hay un feliz final

Derrocharon fantasía
se embriagaron de alegría
su dicha...
no parecía terminar

Y colorín colorado....mi cuento llegó a su final...solo que...no fue un final...de cuento

La princesa quedó princesa
y el sapo, el pobre sapo
por poco pierde la cabeza
cuando cesó el encanto

Sumido en la tristeza
volvió a su charco
y en las noches como esta
aun se le puede oír llorar....croando...

Mi Fantasía

Voy a cerrar mis ojos
y mirar tus ojos
y besar tu boca
sin tocar tus labios

E inventar un cuento
sin contar un canto
sin cantar un sueño
sin soñar

Construiré castillos en el aire
con trozos de recuerdos no vividos
navegaré en el mar de lo indebido
me sentiré tu amante

Renunciaré a la realidad
para creerte mía
serás mi fantasía más real
mi verdad de mentira

Me rendiré a la sinrazón
daré a mi corazón
el modo de tener
tu amor alguna vez

Que importa
si después despierto
y veo que no estás

lunes, 1 de junio de 2009

Lo peor del amor...

Lo peor del amor cuando termina
son las habitaciones ventiladas
el puré de reproches con sardinas
las golondrinas muertas en la almohada

Lo peor del después son los despojos
que embalsaman el humo de los sueños
los teléfonos que hablan con los ojos
el sístole sin diástole ni dueño

Lo más ingrato es encalar la casa
cuestionar las virtudes veniales
condenar a la hoguera los archivos

Lo peor del amor, es cuando pasa
cuando al punto final de los finales
no le siguen dos puntos suspensivos...

domingo, 31 de mayo de 2009

Olvido

Me odias porque no puedes
dejar de oir esas canciones
porque nunca me dejaste expresar
a cabalidad mis emociones

Me odias a pesar de todo
aquello que pasó algun día
momentos que se desplegaron
como versos en Alejandría

Me odias porque aún te quiero
por que no me dejas escapar
y creo que en verdad me odias
porque no me puedes olvidar...

jueves, 28 de mayo de 2009

Otro sueño

Desperté. Era un día común aparentemente. Observé las colillas de cigarro en el cenicero colocado estratégicamente donde no se pueda encontrar a simple vista, y pensé que esto no podía seguir así y que debía dejar ese maldito vicio, aunque algo muy dentro me decía que no podía.
Salí lentamente de mi habitación, aun un poco adormilado, directamente al baño a comenzar el rutinario aseo matutino. Al terminar, vi el reloj y eran las 11:30 a.m., me apresuré a terminar mis labores de casa y salí apresurado a estudiar, al llegar ahí encontré a mis amigos, me saludaron fríamente, y quede un poco extrañado, luego, encontré a mi novia y me dijo que lo nuestro no iba a dar para más, y se fue sin dar explicaciones.

- ¿Qué carajo esta pasándole a todo el mundo esta tarde?, ¿o qué me pasa a mí que todo el mundo me trata diferente? - pensé para mis adentros, cuando de pronto una voz que dijo - La respuesta la tienes dentro de ti- quedé aun mas extrañado y me dirigí a clases.

Cuando la clase terminó hable con Alexandra, al parecer la única persona que estaba disponible para conversar conmigo sin dirigirme una leve mirada de desprecio combinada con un toque de lastima.

- No sé que pasa hoy -dije un poco conmocionado - todo el mundo esta extraño conmigo, o yo estoy alucinando cosas.
- Yo no veo nada anormal, siempre has sido el tipo más rechazado en todo el campus, creo ser una de las poquísimas personas que te dirigen la palabra -me dijo con un aire de tranquilidad.
- Pero...¿pero qué estás diciendo?, eso nunca ha pasado, tenía una novia, contaba con la amistad de mucha gente, ¿y ahora vienes con que siempre he sido rechazado?, creo que estás desvariando - le dije preocupado por su salud mental.
- Jajajajaja - rió ella estruendosamente - creo que el que está desvariando eres tú, siempre has dicho lo mismo, "no confío en nadie", "tu eres la única persona en la que confío", y esas cosas, ahora no te hagas el sorprendido porque ya van casi 3 años de lo mismo.
- ¿¿3 años de lo mismo?? - pregunté asombradísimo - oye, disculpa pero creo que hoy el mundo o yo nos volvimos locos, cuídate, nos vemos - y me fui a caminar por la calle.

Fue una mala solución, vi que todo el mundo dirigía sus miradas hacia mi con desdeño y pena, algunos con odio, algunos otros con sorna, mi alternativa fue correr, correr hasta mi casa, donde sabía que no encontraría a nadie. Al fin llegué, y vi todo en silencio, una tranquilidad interna me invadió; sonreí. Fui a mi dormitorio y me senté en mi cama, me lleve las manos a la frente y empecé a maldecir todo, quizá un reacción demasiado histérica, cuando de pronto, empecé a ver todo borroso, las cosas se movían de su lugar, como un terremoto, intenté pararme, pero era como si tuviera toneladas del metal más pesado en mis bolsillos y en mis zapatos, no podía moverme. Lentamente me fui desvaneciendo, cuando de pronto...Desperté.

Todo había sido un sueño, ¡me había quedado dormido dentro de mi propio sueño!.
Cuando me dí cuenta, solamente sonreí de una forma estúpida y me levante de la cama, a seguir un día, que no iba a ser como el de aquella etérea fantasía que había tenido cuando estaba durmiendo...

miércoles, 27 de mayo de 2009

Sueños...

Hoy ejércitos de fantasmas
tomaron por asalto mi alcoba
todos tenían tu nombre,
mi alma, lentamente, roban

Me llevaron a un pasado
que no fue nada placentero
me enseñaron que fuí feliz
y me tiraron al velero

del olvido y del deseo
condenandome a una larga espera
para encontrar una salida
a esta sentencia venidera

Empalidecido y sudando frío
me di cuenta, muy risueño
que todo eso era mentira...
todo había sido un sueño.

Idilio Muerto - César Vallejo

¿Qué estará haciendo a esta hora
mi andina Rita de junco y capulí?
ahora que me asfixia Bizancio, y que dormita
la sangre, como flojo cognac, dentro de mí.

¿Dónde estarán tus manos, que en actitud contrita
planchaban en la tarde blancuras por venir
ahora, en esta lluvia que me quita
las ganas de vivir?

¿Qué será de su falda de franela; de sus
afanes, de su andar
de sus sabor a cañas
de Mayo del lugar?

Ha de estarse a la puerta
mirando algun celaje
y al fin dirá temblando "Qué frío hay, Jesús"
y llorará en las tejas un pajaro salvaje



César Vallejo

martes, 26 de mayo de 2009

Aristocracias fecales

No importa la raza
sexo, color o tamaño,
rico y pobre en este baño,
todos pujan en la taza

La sociedad desplaza
todos los males sociales,
aristocracias fecales, no hay
y por gracia de Dios

Las ganas de hacer "el Dos"....

A todos nos hace iguales

lunes, 25 de mayo de 2009

Mirada

Cuando en sus ojos me miro
me veo envuelto en amor
ajeno a cualquier pudor
atrapado en un suspiro

No es aire lo que respiro
es su voz, su alma, su aliento
somos carne y pensamiento
somos el dos, la unidad

la fantástica verdad
por lo menos...
en ese momento...

Creé un lugar

Creé un lugar fantástico
de refugio a la tristeza
para darme un respiro
en los momentos de bajeza

creé un lugar fantástico
y guarde mi corazón
te di mi alma entera
y me entregé a la sinrazon

creé un lugar fantástico
y te fuiste para no volver
me dejaste con el alma en los labios
y un afán sin resolver

creé un lugar fantástico
le di contra a la razón
si asi tu me absolvieras
si no me doliera tanto el corazón...

Ácidos versos

Versos ácidos de una noche
de tristeza y melancolía
de un desengaño de amor
porque yo tanto la quería

un dolor incipiente
por ser el bufon de tus días
un sístole sin diástole
una noche...de día

El crepúsculo de un sueño
convertido en castigo
el triste y cruel estupor
de una noche sintigo

Te diría que te odio
sin ninguna pena o pudor
si no tuviera conmigo
este tan amargo dolor

Durante y después

Que triste es el mal de amor
que trunca a ratos mi andar
besos perdidos en el tiempo
reproches de nunca acabar

que ingrato es el después
colmado de despojos
inmersos en la mente
y lágrimas en los ojos

el durante, penosa vía
el olvido es un proceso
un "te quiero" olvidado
y el final del embeleso

Ahora que te he olvidado
no hay rencor intempestivo
te regalo un punto final
sin que sigan 2 puntos suspensivos

Quiero Pedirle a Dios

Hoy quiero pedirle a Dios
una esperanza desolada
una felicidad destruida
una golondrina en la almohada

una rosa enmudecida
por el estruendo dormido del mundo
un verso de amanecida
a la vuelta de un coma profundo

la primavera de un segundo
un sueño de opio
un proyecto de vida
un mal de amor inocuo

un momento vacío
una leve conmoción
una página escrita
de prosa hecha canción

La Curda

Estaba tan ebrio esa noche
que entré, inconsciente a un velorio
la embriaguez me consumía
y pensé que era un casorio

Familia y amigos tristes
todos llorando en lamentos
y yo en mi curda veía
al mundo alegre y contento

Algo en mí me decía
que era una fiesta de antaño
en vez ataúd, vi un pastel
y alegre dije ¡Feliz Cumpleaños!